Liliana Heer

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©2003
Liliana Heer

 

 

 

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Una máquina funcionando
Por Gabriel Calderoli
Revista Perfil

Con esta obra de teatro en tres actos Liliana Heer rinde homenaje a Macedonio Fernández. Pero no se limita a celebrar al autor que en Papeles de Recienvenido proponía a su lector intercambias lugares sino que, aceptando la invitación, realiza con su escritura, una verdadera puesta en funcionamiento de la máquina macenodiana.
Se trata de un drama que posterga la acción y privilegia los instantes, buscando abolir la sucesión del tiempo, o al menos trastocar el orden causal que coloca los aplausos al final. Los personajes alternan frases aparentemente inconexas, cada una de las cuales vale por si sola y, si se vincula a las demás, no es porque comparta con ellas la misma referencia de sentido sino por un efecto de contigüidad que extrema las condiciones de la polisemia.
La autora asume el contagio que ejerce la obra macedoniana, a la vez que consigue distanciase de lo que de otro modo no sería más que una repetición. A través de permanentes alusiones a esa obra, se vale de las posibilidades del género dramático para actualiza los procedimientos de su escritura.
Peo la pieza teatral ocupa sólo la mitad del volumen. La otra mitad consiste en 25 prólogos escritos por reconocidos autores, entre quienes cabe menciona a Horacio González, Américo Cristófalo, Noé Jitrik, maría Pía López, Guillermo Saavedra y Nicolás Peyceré. Cada uno ofrece una lectura singular y, aunque todos intenten referirse al mismo objeto, no pueden evitar diferir en su modo de anticiparse a ella.
Un tercer elemento, además de la pieza teatral y los prólogos, hece de este libro un objeto único y múltiple a la vez. Se trata de los dibujos de Vanina Muaro que, con trazos fluidos y presteza gestual, salpican el texto de discretos pero necesarios exabruptos.
En la obra, macedonio es un personaje que prendido durante los tres actos a la guitarra, se pregunta: “¿Seré capaz de crear ahora una música sin ritmo?”. Liliana Heer consigue interpretar esa música quieta desde su propia caja de resonancia.