Liliana Heer





©2003
Liliana Heer

Reseñas sobre Neón

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Relato con luz intermitente
Por Liliana Viola
Página 12, Las12  
Viernes 4 de abril de 2008

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Liliana Heer
Neón
Paradiso
103 páginas

 

Tres personajes deambulan en el breve escenario que ellos mismos propician con sus pasos, esquemáticas acciones. Dos hombres y una mujer, perfecto triángulo amoroso que destila tensión constantemente. Alguien se sentirá traicionado, alguien está siendo traicionado, se huele en el ambiente. El ambiente enrarecido es el verdadero protagonista de esta trama poética y fragmentaria donde, como si hubiera sido enceguecida por la luz de neón, la narración avanza y a la vez se repite a lo largo de las tres partes que componen el libro. El relato parece girar sobre un solo episodio que lleva hacia el pasado y hacia el futuro las acciones o, mejor dicho, la temerosa o exageradamente cuata interpretación de esas acciones.
Liliana Heer despliega su escenario y sus escenas a la francesa, recuerda por momentos a aquellos planos y contraplanos de las obras teatrales que gustaba desplegar Marguerite Duras, interrumpidas por anotaciones, segmentos poéticos, reflexión sobre la misma obra que se está escribiendo. Y aquí es así, lo que ocurre se encuentra tamizado por un intento filosófico que se lanza a explicar el por qué de las cosas. En esta aproximación al trabajo de tesis, los tres personajes podrían ser designados con letras, como las mismas iniciales que elige Kafka para mover sus piezas, figurines de la alienación moderna. Pero no es eso lo que elige la autora, todo lo contrario. Los nombra una y otra vez con nombres diferentes. ¿Para confundir? No. Para ser lo más fiel posible al lugar que van ocupando sus piezas a medida que se relacionan con las otras. Los personajes son nombrados según el rol que juegan en determinado momento: La Costurera, el Viajante, el Alcalde pueden transformarse en La Celadora o La Niña, el Tutor, el Indultado. ¿O es que alguien puede mantenerse siendo el mismo cuando las cosas cambian, el tiempo pasa, y la incomunicación va tendiendo sus redes? Esta es la pregunta que aparece en cada intersticio de este texto deliberadamente enigmático.


Página 12

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