Liliana Heer | amor

Reseñas

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Amor aleja
Por David Oubiña

Hola Guille:

Qué bello libro han escrito con Liliana Heer.

Si la editorial no se hubiera llamado El jardín de las delicias,
tendrían que haberla bautizado así después del libro de ustedes. Las
imágenes de la tapa ya lo anuncian, antes de empezar a leer: los textos componen un microcosmos que Hieronymus Bosch envidiaría. Y lo envidiaría porque hay aquí ese abigarramiento bizarro de sus cuadros, pero todo el tiempo el libro consigue derrapar hacia el lado luminoso. Me gustan mucho los encuentros (como sobre una mesa de disección) entre las orillas y las corbatas, los labios y los paisajes, los guardaespaldas y los maniquíes. Una naturaleza gozosamente contra natura. Es como en Bosch, sí, y también como esos dibujos de Oski donde conviven múltiples escenas que parecen ignorarse pero se contaminan entre sí. El fresco y la miniatura. Una especie de extraño catálogo de animales y de oficios. Todo es bellísimo, pero hay algunos poemas que son de una contundencia apabullante: la costurera y el cadáver, el vértigo y la cámara lenta, el calabozo y el alfabeto. No conozco bien a Liliana Heer, pero sí puedo reconocer en estos textos las marcas de eso que me gusta tanto en tu poesía: ese cruce tan elegante y tan natural que, entonces, no debería llamarse cruce sino más bien continuidad, entre la erudición y los más sencillos momentos cotidianos.

Un placer leer estos poemas en este verano tan raro.

Abrazo grande, amigo.

David

15 de Marzo 2021