Liliana Heer
©2003 |
Hamlet, prestame la bufanda Por Gloria Lenardón A esta altura no se puede precisar el punto de partida, el escenario está abierto ininterrumpidamente, enlazados los autores los actores los lectores. El famoso drama inglés se recorta en el horizonte cercano para perderse en la primera curva, de una bambalina a otra circula el vértigo de la escena matizada de chispas. Mentira que es fácil descular, ¿quién es quién? Todo indica que en la música de la batería que se deja oír la sincronía pierde, el bombo se atreve, acuna con sonidos propios los clásicos devaneos amorosos de la pareja glorificada |