©2003 |
Nicolás Sarquís Liliana Heer Fax 961-9798/ 963-2253 Fax 807-9695
Nicolás: te acerco algunas reflexiones a propósito de SOBRE LA TIERRA. El film abre con una estampa inolvidable: sobre un hombre desnudo, tendido boca abajo en la hierba, caminan, tropiezan, se deslizan una multitud de pequeñas aves de corral. Apetito del ojo, placer de la mirada, conjunción activa que mordisquea desde la primera toma la cotidianeidad y el lugar común volviendo los planos multidimensionales. Una imagen que además de plantear el escaso borde que separa lo animal de lo humano, la necesidad del deseo, instaura una temporalidad visual donde la cámara crea un universo autónomo y autóctono sin dejar por ello de exhibir una sutil pregnancia con otros films, otros directores, y con la historia del cine. El movimiento de los actores dentro de las fotografías transmite una vida que excede tanto el mundo de la imaginación como el de la realidad. Sarquís encontró una forma de filmar la coexistencia de capas de presente y pasado sin apelar a flash-backs convencionales. El tiempo es recobrado in situ, las imágenes viven en él, vuelan las moscas petrificadas bajo ambar burlando el estatismo fotográfico. Estas viñetas, unidas al desafío de la cámara fija cuando el objeto o el gesto piden ser detenidos o reiterados para significarse en un plus de movimiento posterior, avanzan desde lo argumental (así también como desde la tríada música-sonido-silencio) hasta producir un inesperado e interesante quiebre en la estructura lógico formal. Aquello que parecía ser un mundo fuera de la ley, proliferante en impulsos de muerte, abusos y padecimientos insuperables, es literalmente atravesado. El caos sufre una vital metamorfosis.
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