Liliana Heer

Diálogos

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Liliana Heer

Heer: cine, prosa y psicoanálisis
Perfil, Cultura, Las 10 preguntas
10 de febrero de 2008



Nació en la provincia de Santa Fe y comenzó a publicar en la década del 80. narradora, poeta y psicoanalista, ha realizado también guiones cinematográficos. En 1984 obtuvo el premio Boris Vian. A pesar de confesarse “más lectora que escritora”, aquí hace públicas sus confesiones sobre el oficio de escribir.

Liliana Heer nació en Esperanza (provincia de Santa fe),
según ella misma escribe en su página web (www.lilianaheer.com.ar), una colonia agrícola que tenía
“algo de colonia penitenciaria”. La escritora es psicoanalista pero también ha trabajado en cine. Es miembro de la Escuela de la Orientación lacaniana (EOL) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). Estudió Teoría del Cine Clásico, Moderno y Neobarroco y escribió guiones para cortometrajes, entre otros, Dibujar un elefante en base al recuerdo de los mirlos, dirigido por Rubén Guzmán.

Publicó Dejarse llevar, relatos (Corregidor, 1980), Bloyd, novela (premio Boris Vian 1984, Legasa), La tercera mitad, novela (Legasa, 1988), Giacomo- El texto secreto de Joyce, ficción crítica (en coautoría con J.C. Martini Real, Bajo la luna nueva, 1992), Frescos de amor, novela (Seix Barral, 1995), Verano Rojo, poesía en prosa (Taller del Copista La Letra Muerta, 1997), Ángeles de vidrio, novela (Norma, 1998), Argentinian poetry: The writen word re-cited, antología en la revista libro Poetry Ireland Review, en coautoría con Ana Arzoumanian (2002), Repetir la cacería, nouvelle (Grupo Editor Latinoamericano, 2003), Pretexto Mozart, novela (Alción Editora, 2004) y Ex-crituras profanas, antología personal (Editorial Fundación Ross), 2007. En una entrevista realizada en 2005, la autora sintetiza su relación con la literatura: “Escritora me siento, en realidad, sólo mientras escribo, ¿cómo podría decirlo? Me dedico a escribir, pero soy lectora todo el tiempo, incluso de lo mío. Me siento más lectora que escritora”. A continuación, sus definiciones sobre el oficio de escribir:


–¿Cuál es el primer libro que recuerda haber leído?

Crimen y castigo de Dostoievsky. Fue el verano anterior a comenzar la secundaria. A partir de esa novela, el lenguaje adquirió en mí otra densidad. En las primeras páginas, Raskólnikov se pregunta: “¿A qué le teme más la gente? -A la primera palabra.”

–¿Cuál es su autor favorito vivo?

Hoy, la escritora suiza Fleur Jaeggy y el novelista húngaro Péter Esterházy.

–¿Qué libro se llevaría a una isla desierta?

Ulises de Joyce. Me imagino caminando sobre arena negra, leyendo en voz alta, iniciando a  Viernes en varios estilos.

–¿Cuál es el último libro que leyó o qué está leyendo en este momento?

Estoy leyendo el prólogo de Adrián Cangi al libro Historia(s) del Cine de Godard -es una fiesta.

–¿Qué libro reciente no pudo terminar de leer?

Fantasmas de Paul Auster.

–¿Qué libro quisiera releer pronto?

Tengo una bandeja llena de libros a releer: Política y Espíritu de Valéry, Igitur de Mallarmé,  Espectros de Marx de Derrida, Política y tragedia de Rinessi y más. Los necesito cerca,  consulto a mordiscones, todos tienen que ver con una novela que estoy escribiendo: Otro Hamlet.

–¿Cuándo escribe?

Dependo del estado del texto, sin duda prefiero el tiempo blanco, días enteros. No tengo apremio, corrijo, vuelvo a empezar, fracaso otra vez, fracaso mejor como decía Beckett. También me alejo para que el texto se amanse y luego retomo como si fuera una extraña. En esa tensión, comparto imaginariamente la paradoja del soberano: estar al mismo tiempo afuera y adentro.

–¿Quién debería ser el próximo Nobel?

Mario Trejo, su poesía comprime el verso clásico y la experimentación. Del volumen al punto, del color a la superficie, de la solución al misterio.

–¿Cuáles son sus rituales o supersticiones a la hora de escribir?

Leo en voz alta lo que escribí para atrapar el tono, tengo ilusión de vislumbrar lo que vendrá, la oreja sobre la tierra como hacían los indios. Casi de inmediato encuentro alguna disonancia, la necesidad de intercalar una idea, hacer un desvío. La novela es como la vida, tiene muchas ventanas.

–¿Cuál es su comienzo favorito de la literatura universal?

“Cabalgar, cabalgar, cabalgar, a través del día, a través de la noche, a través del día” (El Canto de Amor y Muerte del Corneta Cristóbal Rilke).


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