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      Liliana Heer 
      
      
      
      
      
      Ficción
crítica 
       
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      ©2003 
  Liliana Heer 
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      Estilo impactante    
          Por  Liliana Heer 
  
         
          Siempre me  impactó el estilo de Emma Zunz, su manera de torcer el malestar ante la  pérdida, de convertir el silencio del padre en legado. 
          Frente a la  carta donde le informan la muerte, poseída por una rotunda certidumbre, duplica  la apuesta: vengará al inocente. En las antípodas de Hamlet, sin vacilación  alguna planea, ejecuta, improvisa. Situada en dimensión prospectiva, a tal  punto el tiempo está de su lado que se concede un capricho después de cometer  el crimen. Mejor un cadáver sin quevedos, aun cuando Philip Marlowe por ese  detalle habría descubierto al culpable, aun a riesgo de mutilar la perfección  de su acto. 
          El padre  sólo tuvo voz para ella (dimensión retrospectiva). A los 13 años escuchó que el  ladrón era Loewenthal. Seis años después, saborea un futuro eternamente  enriquecido por el nuevo secreto. 
          El narrador  replica la duplicación, dos emes en Emma, dos zetas en Zunz, dos ventanas con  losanges amarillos. Inolvidable la doble negación: "Pensó (no pudo no  pensar)", referencia al espanto de imaginar a su madre padeciendo "la  cosa horrible" que a ella ahora le hacían y "no podía no  matarlo". 
        Emma,  actriz de un relato antidetectivesco; su virtud como montajista es explicitada  por Borges. Sin duda se merece el Oscar a la verosimilitud. 
        Texto  publicado en el artículo sobre Emma Zunz escrito por Silvia Hopenhayn  para el diario La Nación del 18 de febrero de 2011.        
         La Nación.  Vidas imaginarias / Historia de Emma Zunz, “Un cuento para Borges”.
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