©2003 |
Luisa Valenzuela, number one
En Cuidado con el tigre, dos fuertes pasiones cabalgan, la política y las aventuras sexo amorosas, una conjunción centrada en el poder sobre los cuerpos, sus destinos y los ideales de un grupo guerrillero. Hay un desfile de personajes con variable grado de compromiso ético. Reina el humor, incluso en momentos de alta tensión dramática, toques que van de la ironía al grotesco –marca narrativa persistente en toda la obra de Valenzuela. El lenguaje se abre siempre a más de una salida, hay ingenio por doquier unido a voluntad de acción y entusiasmo, procedimientos que mantienen en vilo al lector. Se trata del despertar juvenil a experiencias de riesgo. Novela en cascada, fluye desde la primera página. Escribiste un best seller, le comenté a Luisa, no se puede parar de leer. ¿Por qué? Por la resonancia de una época vivida -mediado de los años sesenta. En acuerdo o desacuerdo con la posición subjetiva de los personajes, el argumento incita a recordar, atar cabos realistas, ficcionales, siempre verosímiles. Lleva a especular esbozando conjeturas, es decir, imprime a la época consistencia real. Valenzuela es agudamente crítica hacia la frivolidad de cierto grupo variopinto con ínfulas revolucionarias digitadas desde una racionalidad bizarra con todas las miasmas de la rivalidad endogámica. |