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©2003 
Liliana Heer  
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   Narraciones  del eros y el poder 
    Por  Silvina Friera 
    Sección  Cultura, Literatura Y Psicoanálisis 
    Diario  Página 12  
    Buenos  Aires, 30 de junio de 2007  
               
    Hoy  empiezan las jornadas Autopistas de la palabra en la Biblioteca Nacional. 
  “Freud  y Lacan  han trabajado el texto literario  porque el dispositivo del psicoanálisis tiene a la letra escrita en un lugar  privilegiado”, señala la escritora y psicoanalista Liliana Heer, codirectora de  Autopistas de la palabra, Jornadas de Literatura y psicoanálisis, cuya tercera  edición comienza hoy a las 12. En el auditorio Jorge Luís Borges de la  Biblioteca Nacional (Augüero 2502), con entrada libre y gratuita. En esta  edición, coordinada por Ana Quiroga, en la que se abordará la temática “las  parejas, el eros y el poder, desvíos, encuentros y pasiones”, participarán  Horacio González, María Pía López, Amalia Sato, Mónica Sifrim, Alejandra  Correa, Diego Bentivegna, Diana Chorne y Víctor Redondo entre otros. “La  apuesta es mantener a raya los tics reductores, evitar las transferencias del  texto al caso y huir de las confusiones fatales que llevan a olvidar la  distancia que existe entre autor y narrador”, plantea Heer a Página/12. “La  idea es cruzar textos que nos permitan pensar el poder de la palabra escrita y  su movilidad, la resonancia en el tiempo, lo que no cesa de ser nuevo.” 
    Los  libros, analizados conjuntamente por psicoanalistas y escritores son Tumba de jaguares, de Angélica  Gorodischer cruzado con los cuentos de En  la zona de Juan José Saer; Cambio de  armas, de Luisa Valenzuela, con La  explicación de Nicolás Peyceré; Canon  de alcoba, de Tununa Mercado, con En  el corazón de junio, de Luís Gusmán; El  affaire Skeffington, de María Moreno, con Nanina, de Germán García, y En  breve cárcel, de Sylvia Molloy, con La  ciudad ausente, de Ricardo Piglia. “Las parejas y el poder surgió por una  realidad prácticamente visible. Si nosotros nos ponemos a pensar los temas que  tocamos en las jornadas anteriores, tenemos un paisaje de nuestro país, sugiere  la autora de Bloyd, La tercera mitad, Ángeles de vidrio y la más reciente Pretexto Mozart-. 
  
    “La idea es cruzar textos que nos permitan  pensar el poder de la palabra escrita y su movilidad, la resonancia en el tiempo.”  (Heer) 
   
  “En  2002 abordamos los traumas de la crisis y la identidad, en el 2005 el legado y  lo nuevo, y ahora este binomio que sería un embudo o consecuencia de dos  significantes muy fuertes: la pareja y el poder, que podrían ser pensados como  contacto, mordaza o ventana de la construcción público-privado”. 
     
    Heer observa que en Tumba de jaguares se pone en evidencia  la batalla sin fin del entre dos. “Gorodischer escribe: tal vez alguien pida  una escritora…Alguien pide una esposa….no le dice que quiere que no la toque. Y  a esta novela la cruzamos con En la zona, de Saer, donde señala entre otras  cosas, que un poema es un golpe de gracia, como si contar fuera una buena forma  de llegar al acto”.  
    La escritora y psicoanalista, miembro de la Escuela de la  Orientación Lacaniana y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, precisa que también  se demostrarán las “versiones subversivas” del olvido en Cambio de armas.  
    “La protagonista finge aceptar el montaje del  sometimiento, parece no entender, soñar, dormir, pero todo eso deviene en  quitarle el seguro a la pistola”, subraya Heer, y advierte que hay una tesis  sobre el amor en La explicación de  Peyceré, “que de alguna manera trabaja la armonía y la desmesura, ahí donde el  poder deambula y convierte al amante en artista”. En En breve cárcel  “se narra el  encierro, la geografía de reclusión, infancia y muerte, con ecos de ciertas  preguntas, algo así como: con los ojos cerrados, ¿qué se ve? O ¿sería mejor  enceguecer?” Heer sostiene que “el vacío potencia remolinos de ficción, y que  hay una metamorfosis de lo visible, el rostro humano como si fuera la última  trinchera” en La ciudad ausente. Menciona, para ilustra, una frase de la  novela: “Una foto es también un espejo para soñar con la mujer perdida”. 
               
  En opinión de Heer, El affaire Skeffington, de María Moreno,  está trabajado bajo el aura de Marta Riquelme de Martínez Estrada. “Es una erótica en los límites del ágape -define la  psicoanalista-; la protagonista domina la escena pública sin babas de  padecimiento cotidiano.” Y basta con recordar, según la escritora y  psicoanalista, una frase del libro inclasificable (¿novela? ¿poema?) de Moreno.  “Mi abuela pertenecía a los que hacen las leyes y las rompen sin  consecuencias”. En Nanina hay una  aventura en enunciar el riesgo. “Yo pesqué una frase que me parece increíble  -admite la codirectora de las jornadas.-: “Había que experimentar toda cosa  exterior que fuese mujer o algo parecido, toda hembra. Entre las piernas estaba  el secreto, lo supimos por fin. Las mujeres tenían dos bocas…” 
   
Página 12  
   
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