Liliana Heer

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Liliana Heer

Presentaciones de Capone en Septiembre

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El Imaginario Cultural
Buenos Aires, 20 de Septiembre de 2018

Crónica de la presentación
Por   Aníbal Villa Segura

Ir a la presentación de un libro de mi amiga Liliana Heer es una fiesta, una carnestolenda al estilo antiguo, casi una descripción de Mijaíl Bajtin  de una cultura antigua, popular. Son libros Pachamama  que ayudan, permiten disolver los límites entre muerte y  resurrección. Nadie muere para morirse, todos morimos para resucitar…eso venia pensando… en un ómnibus que me llevaba a un lugar, que además se llamaba el Imaginario, es un “bife argentino” (por lo exquisito y raro) para un psicoanalista pensé….muchos disfrutaran con la doble lectura.
Llegué, parte de la patota peronista estaba, nos gritamos, nos abrazamos, nos besamos, nos salivamos como solo los perukas saben hacerlo, como esos perros que se huelen el ojete, o como los gatos que ruedan calientes en el tejado.
Cuando mi llegada dejó de ser tumultuosa y esperábamos la próxima, Liliana se me acercó, se apoyó en mi hombro y me preguntó:
-¿Te acordás que número es?-
- Si es la número, 15 desde 1980 -. Le respondí.
O sea 15 libros publicados entre artículos , notas, prólogos , presentaciones, conferencias, clases en distintas universidades, viajes , traducciones en otros idiomas y las  Jornadas Autopistas de la Palabra, Literatura y Psicoanálisis en la Biblioteca Nacional  que cubrieron toda la década.
Es tiempo de celebrar.
CAPONE no solo es una gran obra, sino además es propiciatoria, para ser la apertura de un tiempo de festejo, desafiante por el contexto que impone fronesis (prudencia para actuar)  por parte del  poder y la respuesta en desmesura con que lo enfrentamos.
Isabel Steimberg y yo fuimos a la librería Premier, en la calle Corrientes en 1980, para la presentación de “Dejarse Llevar”, luego estuvimos,  en las sucesivas. No fuimos parejos en esta treintena  + más, de años, pero si existimos de una u otra manera. Ninguno es modelo de fidelidad, al contrario, pero queremos serlo de solidaridad. Agreguemos a Beatriz Ruffa, que en los 80  corría sus aventuras por Europa y los tres estábamos en el Imaginario el jueves 20, acompañando a Liliana.
Ya en el sótano tan Paris/Buenos Aires arrancó, con la conducción de Guillermo Saavedra el primer presentador.
Con tono entre calentón e intimista Guille, desgranó aproximaciones. “Capone es, no es… sobre; no refiere, actúa, es una reformulación de todo el poder mafioso del capitalismo….Capone es un vicio primordial que hace no solo posible lo de los años 30, sino lo de hoy”. Me pareció casi bello y siniestro, relacionar los 30 con hoy.
“No es novela, ni poesía lirica, es una disertación política….”
Al  hablar  de Liliana la acusó de “desasosegar conciencias….” ¡qué bueno!
La doble lectura apareció por el apellido: “Heer es un modo de leer”…recuerdo que ese juego irresistible lo inició Miguel Rep cuando Hamlet… “Heer o no Heer”.
Siguió Eduardo Stupia, autor de la contratapa. Afirmó  ya con el rigor máximo que Liliana Heer es un montaje estallado…que “la autora ha destilado el liquido huesudo, irreductible de una mordiente lengua poética, inmune…a lo fascinante y eficazmente amoral de su objeto”
Ana Azourmanian agradeció el “poder celebrar que estemos reunidos para un libro, mientras el mundo parece que se deshace”.
Ana recuerda la cita de Jean Luc Godard con la que se inicia “Capone en setiembre”: “Cuando los hechos se vuelven leyenda, hay que obedecer a la leyenda….Se cita cine, se incita a mirar…Capone es prostituido encerrado y falsificado…”  (para ello)  “Liliana Heer, ext. - orsiona la lengua , la saca de quicio, del orden y la coloca al lado del delito. De Capone del americanismo y del capitalismo  –El poder fuera de gozne-  dirá la autora y por lo mismo la incitación a mirar el mundo. Hoy”.
Liliana leyó y este fue el momento, instante ígneo de la palabra, dicha en medio de las notas de la música muy personal, muy intima de Luis Conde.
Pedir por pedir
solo quiero un goodbye
un goodbye veloz           
(Capone en Setiembre-Liliana Heer).

Los festejos continuaran, ya iremos contando.