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Diario Clarín - Cultura --- Narrativa con tono porteño en Nueva York Letras argentinas en Nueva York. El jueves por la tarde Edgardo Cozarinsky y Liliana Heer realizaron una lectura abierta de sus textos en Americas Society ante un público de intelectuales, escritores, estudiantes y entusiastas norteamericanos y argentinos. "Estoy muy feliz de haber participado", enfatizó Heer. Señaló además que la convocatoria le dio la posibilidad de reencontrarse con amigos y colegas que residen en Estados Unidos. Ambos escritores fueron convocados por el departamento de literatura de Americas Society -dirigido por Daniel Shapiro- en el marco de un ciclo de lecturas de literatura argentina que luego dará lugar a un número especial de la Revista Review 75 sobre literatura y arte argentino contemporáneo. El número, que será editado por la poeta y narradora argentina María Negroni, será presentado en Nueva York el próximo 15 de noviembre. Ante un auditorio expectante y cálido, Heer leyó: "Aventurarse en este rumbo supone nada menos que llegar a esa frontera límite donde la risa y lo serio realizan sus misteriosos intercambios". El fragmento, que correspondía a su nueva novela Neón -que será presentada en nuestro país el 20 de noviembre-, fue luego pasado al inglés, traducido por Jessica Powell. "Fue un trabajo en equipo para poder transferir la obra a la otra lengua. Repetíamos las traducciones en voz alta porque el sonido es fundamental; cada frase pide un espacio, un corte distinto", comentó luego la escritora. Por su parte, Cozarinsky prefirió empezar su lectura de El rufián moldavo (The Moldavian pimp) en inglés. "Lo hice porque para mí es muy importante el acento como elemento poético, el acento es como un color. Es el acento de las personas desplazadas", explicó el autor y director. Más tarde, en español, leyó pasajes de su novela más reciente Maniobras nocturnas y comentó que desde que pasa más tiempo en Buenos Aires -desde 1974 vive entre Buenos Aires y París- se siente rejuvenecido. "Me siento interpelado por la ciudad", comentó. El auditorio, satisfecho. "Me encantó la entonación argentina de Cozarinsky, no por el acento sino por la voz del texto", comentó la poeta Lila Zemborain, que estaba entre el público. Por su parte Emma Zevin y Jessica Lief, ambas alumnas de María Negroni en el Sarah Lawrence College, apuntaron: "Haber escuchado a los autores narrar sus propios textos nos ayudó a reflexionar de una manera más profunda sobre las obras y sus mensajes".
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