Cita a ciegas
Por Liliana Heer y Ana
Arzoumanian
El mapa de la poesía argentina de
las últimas décadas
aparece en esta versión cambiado, a los treinta poetas de
“La letra que se
re-cita” sumamos otros autores. Un dispositivo más
allá de las marcas nacionales
nos permite traducir poetas argentinos a una lengua ubicada en los
márgenes
disolutorios de las fronteras del lenguaje. Lengua franca que atraviesa
planos
de consistencia en los que no hay pasado ni porvenir.
La
noción de local se ha
transformado en velocidad, un
concepto que implica tanto la ruptura de un entramado narrativo como la
construcción de variables de intensidad diversa en el
límite de un estilo. A
contrapelo de la cronología, el tiempo de las pulsaciones
poéticas -más allá de
lo regular y lo periódico- impone un gradiente de
aceleración que involucra
desplazamientos rítmicos, redefine los conceptos de belleza
e introduce nuevas
polifonías.
Hacer saltar el autoritarismo de las posturas
certificadas distorsiona la categoría de propiedad. Lo
legítimo se torna
cuestionable, cada expansión fragmentaria se apodera del
guión.
El lugar de la
poesía como
práctica de la lengua
existe en el gesto utópico del poeta cuyo espacio
semántico, sintáctico, léxico
es un no lugar colmado de afectos en constante circulación.
“cuando
digo
delirio digo Rimbaud
cuando digo lucidez digo Rimbaud
…
Gloria y dolor habitan estos laberintos
subterráneos
Una sola salida arde a lo lejos
A veces mis ojos se apagan
y a veces la luz me traiciona”
Mario Trejo, “La lucha
personal”
Perdidos desde el
principio, sin
distinción de entrada
o salida, sin retorno a ningún origen, más
acá de cualquier ingenuidad, el
silencio y el nombre son flàneurs.
“Si me quedo el tiempo suficiente
veré al pescador regresar con su
lámpara,
si me quedo el tiempo suficiente
y no desaparezco en una pieza de hotel
como un cangrejo asustado.”
Paulina Vinderman, “Simbad en la
taza”
La operación poética no
consiste en reducir la cosa,
lo que sucede como acontecimiento es ajeno a la
representación, excede, se
precipita, aparece al ser nombrado.
“orquídeas gardenias
correrán
descalzos
reirán
de su destierro
en el cuadro final
de un paraíso comprador”
Jorge Paolantonio,
“Paraíso levemente perdido”
Cuando el poeta escribe la
extensión, el riesgo de
tocar -núcleo de incesante sobresalto- prefija lo
indiscernible del sentido.
Ese adentro de lo que no se puede decir es extraído: crudo,
no cuerpo todavía,
preámbulo de cualquier inmunidad.
“Mi corazón
es una masa informe
sanguinolenta
obvia
y para colmo roja
un músculo hosco
y
nauseabundo
sin vocación de
pájaro”
Reynaldo Sietecase, “En fin”
Es de Aquiles esa lanza
que cura las heridas.
Son las
cartas que traen el sello del Soberano con mandatos de encierro o
exilio.
Amenaza, escándalo, líneas de
destrucción, desorden
“La barba
remojada entre las piernas
de tu barbarie
tímida
más audaz o tanto
como las propiedades químicas de tus
líquidos
y el frío metal de nuestras
espadas”.
Alejandro Pidello, “La
Cour des Voraces”
Hacer de la desmesura un
estado, un
diseño: hybris in progress.
Sortear la
cartografía política que divide paisajes,
latitudes, planicies.
Constituir un
fuera de combate entre lo singular y lo plural.
“atravesar
por meses y años y estaciones
desiertos
de piedra hielo o arena
con paso firme
como impertérrito
a los cambios
de la luz de la temperatura
a la inclemencia
del paisaje
para adquirir
la consistencia casi pétrea
de los insectos
o los paquidermos
su elegancia
recóndita y
misteriosa…”
Anahí Mallol, -9-
Un zumbido, el ronroneo, el fondo de la boca
sin
lengua. Aire entrando y saliendo por la cavidad sonora. Caverna, tambor
con su
tapa de piel animal tensa al extremo. Se trata de la música,
rumor de ausencia.
“me da
una blanca
flor
que no huele
la dejo
en la sombra
del agua
del jarro”
Susana Szwarc, “Vano”
Desmembrado el lugar y los sentidos, irrumpe la
violencia cauterizada por el fuego. Lo Uno abierto, indefinido. La
soledad no
es un tema, es la imagen misma y su expresión.
“…¿saldrá
por
ese hueco iluminado la
sustancia
de
tantos cuerpos en suspenso?
detrozado el cuerpo ¿se
destroza también esa
sustancia o quedan jirones dando
vuelta como
amantes que
se buscan después de una catástrofe?...”
”Lila Zemborain, “11 de
marzo 2002 (de noche)”
Pasan a nuestro lado los restos, las ruinas,
los
despojos de una civilización eclipsada, una naturaleza
haciendo muecas en un
trazo manso y no definitivo. Si el vehículo moral se
transforma en artístico,
entonces el paisaje es gesto de sí mismo.
“Rompo, por lo tanto, las anotaciones,
desactivo el estallido,
y dejo a cada cosa en su lugar
mientras sigo de viaje
con la tranquilidad de haber dejado intacto al
mundo,
como si nunca nadie hubiera andado por
él”.
Santiago Sylvester, “Libro de
viaje”
Oda a la superficie finita, no ilimitada.
Escribir sin
voz interpuesta, sin notas al pie. Hay un único mensaje y ni
la tierra ni la
miseria son capaces de arroparlo, el ambiente y el contexto en
permanente
errancia.
“Sueña
con
objetos sagrados, con aparatos sexuales, con piedras humedecidas por la
perfidia, con el comienzo de toda deformación”.
Mario Sampaolesi, “2”
Preciso, pero hasta cierto punto incontrolable,
una
manera furtiva de descubrir todos los vaivenes de la escena, incluido
el
deterioro. El drama se desencadena como detención. Las voces
observan el pasado
desprovisto de épica.
“la historia de quien
desde su ruinoso confín
entregado al placentero vicio de la palabra
espera finalmente
deseoso
despojado
deshecho
y con tantas cosas por decir”
Basilia Papastamatiu, “2”
Los poemas de esta antología
sinfín conforman un
umbral donde acecha cierta esperanza de transmisión
cívica: dar a conocer algo
del lenguaje de los argentinos. Nos gustaría simplemente
destacar la armonía de
lo no conciliado, esto equivale a decir: es la obra la que hace una
lengua. En
la resonancia de las palabras, sujetos y formas se desvanecen para
convertirse
en actores inmediatos.
CITA
A CIEGAS – POEMAS SELECCIONADOS
Autores
que participan
Mario
Trejo
Tamara Kamenszain
Santiago
Sylvester
Alicia
Genovese
Paulina
Vinderma
Jorge
Paolantonio
Reynaldo
Sietecase
Alejandro
Pidello
Anahí
Mallol
Susana
Szwarc
Lila
Zemborain
Mario
Sampaolesi
Basilia
Papastamatíu
Alejandra
Correa
Nicolás
Peyceré
Sandra
Cornejo
Leonardo
Martínez
María
Victoria Suárez
Hebe
Solves
Bea
Lunazzi
Romina
Freschi
Versión con poemas seleccionados
Relacionados
Antología de poesía argentina (I)
Este texto junto a la selección de poemas en versión bilingüe de los autores mencionados fueron publicados en Free Verse Website 2009 a modo de extensión de la Primera Antología, publicada en la revista Poetry Ireland Review, número 73, verano de 2002, editada por Michael Smith.
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© Liliana Heer y Ana Arzoumanian
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