Liliana Heer
Hamlet, prestame la bufanda

El comienzo
Presentación

Prólogo
Reseñas
Instantáneas


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©2003
Liliana Heer

 

 

 


Liliana Heer

Gracias Jorge Dubatti por acompañarme en esta nueva aventura. Fui recordando cómo empecé este libro gracias a tus preguntas. La idea de un escenario circular, ¿pirandeliano? fue eco de la escultura Cloud Gate o Puerta de Nube, en el Milinium Park, cuando estuve en Chicago. Muy impactada me respondí a la pregunta: qué obra literaria produjo en mí una conmoción equivalente. Sin duda, Hamlet. Abrasada y abrazada por Anish Kapoor, Shakespeare y Eugenio Barba, comencé a experimentar un torbellino de imágenes, tal vez visiones. Un significante con el que simpatizo, debido al coqueteo con el concepto vicio. Escribir es un vicio. Cuando se torna imparable, da sensación de algo casi mediúmnico: estar siendo escrita. Sí, fui un charco de reflejos. Los personajes de HPLF aparecían: fugaces, contundentes, irrefrenables. Los parlamentos del Viejo Topo, subido a la butaca gritando me hicieron pensar en William antes de una función en El Globo; entre bambalinas lo veía sonreír feliz por su gran protagonismo. La clásica tragedia de venganza sufrió una metamorfosis: no podía no ser una comedia de reconciliación. Play. Hamlet se ha cansado de obedecer, dudar, discurrir, es Producer y baterista de Rats. Hamlet con su bufanda disemina ironía. Miguel Rep, admirador del príncipe desde su temprana infancia, está presente con sus dibujos en el momento preciso: la portada y el reencuentro con Ofelia. Como en algunas metamorfosis, el devenir privilegia el instante: hoy, siempre hoy, como escuchamos en la generosa intervención de Reynaldo Sietecase. Hoy, siempre hoy, una venganza de la voluntad contra el tiempo hurtando vida. Como gustéis. El resto es sonido: la voz de nuestra adorable Cristina Banegas.