Liliana Heer

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Liliana Heer

Reseñas de Hamlet & Hamlet

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Carta del psicoanalista Aníbal Villa Segura
15 de abril de 2011

 

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Querida Liliana:

¿Existe la impunidad?

No estoy seguro de la respuesta, pero me inclino a pensar que no.

Todos pecamos, matamos, odiamos, amamos, deseamos, fracasamos y finalmente nos sentimos en la obligación de rendir cuentas, que en verdad nadie nos pide. Pero así nos sentimos importantes.

Solo algunos crean y son los peores porque son los llamados a ser recordados, glorificados, vituperados y exaltados.

Hoy eres la peor de todas.

No se puede escribir un libro como tu Hamlet & Hamlet sin creer que es uno más.

Vos lo supiste siempre.

Mi admiración es poco, comparada con el porvenir.

Tu libro ya no será tuyo y pertenecerá a un mundo que desconocemos pero que no podrá permanecer indiferente.

Paradójicamente esto lo siento como una certeza más allá de lo que suponga acerca de esta manera de pensar.

Cuando lo leí la primera vez fue en lo único que pensé. Fue un recorrido ávido y descontrolado.

Necesité una segunda lectura y alguna relectura para poder comentarte lo que viene a continuación

En la amada Grecia el teatro asumió la función de caja de resonancia para las ideas, los problemas y la vida política y cultural de la Atenas democrática.

La tragedia trata de un pasado mítico, pero el mito se volvió inmediatamente metáfora de los problemas profundos de la sociedad ateniense.

Prueba es que se destinaba más dinero al teatro que a la flota de guerra.

El pueblo se apropió de los grandes temas, Edipo superó a Sófocles y Medea a Eurípides.

El mito convocó al pueblo y el pueblo subjetivizó el mito. Una civilización se anunciaba.

Los Autos Sacramentales del siglo XVI se inscriben en esa tradición. Calderón y Lope de Vega dieron cuerpo al Corpus Christi: “el cuerpo se hizo carne y habitó entre nosotros”. No lo aguantaron y fue censurado.

En la Argentina, el sainete combinado con las formas del circo, dio como resultado una modalidad original conocida como “sainete criollo”. El sainete criollo se caracterizó por reflejar las costumbres de la vida del pueblo.

“Las de Barranco” (Gregorio de Laferrere) fue fiel reflejo de la hipocresía y el convencionalismo social.

“Mi Hijo el Dotor” le permitió a su autor, el anarquista uruguayo Florencio Sánchez no sólo el desahogo económico sino el ejercicio de una crítica implacable hacia los ideales de la sociedad principio del siglo XX.

Fueron grandes éxitos, que, los tumultuosos 30 sepultaron. Hoy los estamos recuperando.

Volviendo atrás y a mi objetivo.

El teatro isabelino era un "teatro abierto" no sólo en el sentido literal  sino también por el sentido de autoironía de los actores y de los dramaturgos. El actor  le habla al público "entre líneas", para dar vuelta el personaje mismo que está recitando, anticipando el distanciamiento irónico del teatro de Bertolt Brecht.

Para esta clase de actores el dramaturgo isabelino inventa el teatro dentro del teatro. Su ejemplo  es Hamlet, quien contrata a un grupo de actores itinerantes para representar frente a los ojos de Claudio, del que sospecha que ha asesinado a su padre, un drama que reconstruye el presunto asesinato.

El teatro isabelino era popular, pero tenía mala reputación. Las autoridades de Londres lo prohibieron en la ciudad y se representaba en la periferia, al otro lado del Tamesis.

El público no era simple espectador, sino que participaba en el drama. Los actores sabían crear con maestría lugares y mundos invisibles.

A las representaciones acudían príncipes y campesinos, hombres, mujeres y niños, porque la entrada estaba al alcance de todos, si bien con precios distintos.

Arte popular, no elitista, elemental, vulgar, mítico y metafórico que como la famosa Vulgata (La Biblia del Pueblo) constituye un desarrollo centenario de interpretaciones y lecturas de distintas fuentes.

Hamlet & Hamlet tiene ese sello. Repetir lo que Dubatti dice en el epilogo seria un exceso.

Cuando lo tuve en mis manos la primera pregunta fue acerca del lugar de Miguel Rep.

¿Dónde estaba el humor? ¿Cuál era el chiste? ¿Qué pecaminoso guiño me estabas haciendo con tu maquillado ojo izquierdo (el derecho por cuestiones ideológicas de dominio publico mira asombrado)?

Encontré la respuesta en el texto, disfruté a ese Hamlet  como nunca me hubiera imaginado, sonreí por fuera a las carcajadas de adentro, hice caso omiso del drama y me enamoré de este Príncipe.

Tu Hamlet -aunque creo que ya no es tuyo- sufre y cuestiona, pero levanta el índice contra la Ley  implacable, la denuncia y se burla.

El rubio, delgado y desasosegado personaje que tenía en mi mente seguramente por influjo de Laurence Olivier se diluyó. Por ahora no tiene corporeidad identitaria. Si, en cambio tiene un cuerpo ambiguo que no pertenece ni al Rey padre, ni al Rey tío, ni a la Reina Madre y menos aun a la estupidez paterna de Polonio.

Quizás a Ofelia, también a Horacio, pero sobre todo a Yorick. Es un cuerpo que desea en tanto ama y odia.

Inevitable que recurra a Freud.  Hamlet-Heer es un antisuperyo.Sigmund decía que la única manera de evitar la severidad del Superyo era el humor.

 Hamlet-Heer se mofa del padre, de la madre del patriarcado, de los patricios y de la patria.

Ham, pequeño viejo Ham, saca a relucir tus dotes de payaso.”

“…..Simulacro, bufonería, declamar sin sentir lo que otros callan”

Hamlet-Heer es un clown.

Llegando al Jaque (que nunca será Mate), viene la música.

Rugero Leoncavallo compone a fines del siglo XIX  “IL Pagliacci” una extraordinaria opera que junto con otras inaugura el denominado verismo lírico.

El verismo se levanta contra lo que se consideró un excesivo aporte del romanticismo wagneriano o el realismo romántico de Verdi (temas que pertenecen a la interna operística de aquellos años y que poco tienen que ver con la belleza).

Verismo se vincula con el relato de hechos reales en forma de Opera.

IL Pagliaci narra un hecho real que presenció Leoncavallo en su infancia a raíz que su padre era Juez. Inclusive se lo acusó de plagio de tan verista que resulto. No fue condenado.
En esta Opera se da  la historia del Pagliacci. Pero, el estilo de contarla es inédito en música.

Su prologo y dos actos constituyen los sucesivos  y simultáneos escenarios que narra la llegada de una compañía de comediantes a un pequeño pueblo de Calabria.

Es una historia dentro de otra historia

Se despliega así la famosa Comedia dell´Arte (o de enredos).

IL Pagliaci constituyó en su momento un tremendo éxito popular. Hoy está entre las veinte primeras operas más vistas en el mundo.

El DVD que acompaña esta carta y que constituye mi homenaje es para mí la mejor representación que jamás tuvo IL Pagliaci. Dirigida por Franco Zeffirelli se estrenó por primera vez en Londres y luego fue filmada en la Scala de Milán en 1994 (ya había creado Hamlet y Otelo).

Interpretada por Placido Domingo y la talentosa y bella Teresa Stratas transforma teatralmente en cine esta bellísima opera.

La famosa aria que interpreta Placido Domingo mundialmente conocida, adquiere sensaciones y sentido en el decurso operístico y dice así: 

 

¡Declamar! Mientras preso del delirio
no sé ya qué digo ni qué hago!
Y, sin embargo,... es necesario...
que te esfuerces!
¡Bah! ¿Eres o no un hombre?
¡Eres un Payaso!
Vistes la casaca y te enharinas la cara.
La gente paga y quiere reírse aquí
y, si Arlequín te levanta a Colombina,
¡ríe, Payaso, y todos aplaudirán!
Cambias en chanzas el dolor y llanto;
en burlas los sollozos...
¡Ríe, Payaso, de tu amor destrozado!
¡Ríe del dolor
que envenena tu corazón!

 

Lili, así es Hamlet por vos. Y Miguel Rep te acompaña,

Yo digo, al uso del teatro, Bravvvo, Bravvvo.

Te quiere.

Aníbal 

Buenos Aires, viernes 15 de abril 2011.

Como Bonus Track el DVD trae Cavalleria Rusticana, de Mascagni. Otra opera fantástica del verismo. A lo mejor la usamos para Al Capone, pero no creo, Francis Ford Coppola la empleo para el final del Padrino III. Lo mejor de esa película.

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